El equipo del Zoobotánico, ha llevado a cabo con éxito, ayer miércoles, el primer chequeo del cachorro de lince ibérico nacido el pasado 7 de marzo en las instalaciones. El examen ha transcurrido con normalidad durante unos siete minutos y se ha realizado cuando la cría cuenta con 31 días de vida. El destino de este ejemplar será su liberación en una de las zonas de reintroiducción a principios del año que viene.
El chequeo se ha realizado en escasos minutos para no estresar ni a la cría ni a su madre pudiéndose comprobar que su estado y desarrollo general son muy bueno. Durante este examen, se ha comprobado que se trata de una hembra con un peso de 877 gramos y una longitud de 30 centímetros. Además se ha efectuado recogida de muestras de la boca y la faringe y se ha examinado su frecuencia cardíaca y ha sido desparasitada. Una vez finalizado todo, la cría ha vuelto con su madre que la ha lavado y le ha dado de mamar.
El delegado del Zoobotánico, Rubén Pérez ha felicitado al Programa de Conservación ex situ del lince ibérico, por los nacimientos de este año y, por su gran labor dirigida a la conservación de este felino, uno de los más amenazados del planeta. Asimismo, ha mostrado su satisfacción porque la cría nacida, en las instalaciones jerezanas, se desarrolla sin problemas.
Cabe recordar, que la crianza del cachorro se produce en unas instalaciones que están fuera de la vista del público, aunque los visitantes han podido seguir sus evoluciones a través de un monitor junto a los ejemplares que sí están en exhibición. Es importante mantener este aislamiento -de hecho sólo un cuidador entra diariamente lo mínimo imprescindible para poner la comida y limpiar los restos- pues estos cachorros van a ser puestos en libertad y deben ser animales esquivos y con miedo al ser humano para que tengan más opciones de sobrevivir en la naturaleza.
Los padres de este cachorro es la pareja reproductora conformada por Fárfara, nacida en abril de 2009 en el Centro de Cría de La Olivilla, en Jaén e Hidrógeno. Este macho junto a Castañuela ha sido padre también, en el Zoo, en tres ocasiones siendo sus crías: Mosto, Nitrógeno, Neón, Pantana, Pimienta y Planeta. Todos puestos en libertad en diversas zonas de reintroducción en los Montes de Toledo, Sierra Morena, de Ciudad Real, Guadiana en el Algarve portugués y en el Valle extremeño del Matachel.